Todos necesitamos tener algo en que creer.
El mundo cada día está más loco y menos humano. A dónde quiera que volteo se ven actos de violencia, inseguridad y deshumanización. El mundo está de cabeza.
Eso me pone a pensar en sin importar la religión que profesemos tener fe en algo o en alguien nos ayuda a mantenernos de pie, a aferrarnos a él nos ayuda a mantener la cordura y la humanidad que hoy tanta falta nos hace y es precisamente por eso que quiero mis hijos tengan fe.
Quiero que mis hijos sepan que cuando las cosas se pongan difíciles además de contar con mi apoyo, hay un ser supremo que les dará la sabiduría para salir adelante.
Quiero que cuando sientan que algo se les está yendo de las manos, alguien que no pueden ver pero que siempre está cerca los guiará y les mostrará el camino que deben seguir.
Quiero que cuando sientan que una gran pena los embarga podrá contar con mi regazo para darles consuelo pero que hay alguien que los escucha y les dará alivio que necesitan.
Quiero que cuando vean todo gris y piensen que no hay salida, habrá alguien que aunque no lo ven las extenderá la mano para ayudarles a salir adelante.
Quiero que mis hijos vean aún en lo malo, los pequeños milagros que ese ser supremo hace.
Quiero que mis hijos tengan fe, porque en el mundo en el que vivimos es lo único que aún mantiene de pie a muchos.
Quiero que mis hijos tengan fe , porque yo la tengo y ella es la que me hace fuerte, la que me da esperanza, la que me da paz y tranquilidad cuando siento que no puedo más, la que me hizo esperar por su llegada convencida de que lo harían con bien, porque sin ella no sería yo ni tendría la capacidad de sobreponerme a aquellas cosas que quizá para otros no son nada pero para mí han sido sacudidas fuerte en mi vida.
Quiero que mis hijos tengan fe, porque ellos me la dan a mí con cada mirada, con cada sonrisa, cada paso, logro, con cada abrazo, beso y cada “te amo mami” y por qué no con cada fracaso, enojo y lágrima, ellos con su amor infinito y la confianza que depositan en mí, reafirman lo importante que es la fe en mi vida y porque quiero que ellos la tengan.
La fe, sin importar la religión es, por lo menos a mi parecer, parte vital para el desarrollo de seres humanos empáticos con lo que les rodea.
¿Y para ti?