
Como padres, sabemos que desempeñamos un papel único e importante en la vida de nuestros hijos.
Llevamos la gran responsabilidad de criar a la próxima generación y crear nuestro propio legado. Lo que a veces olvidamos, es el papel importantísimo que nuestros hijos tienen en nuestra vida. Con frecuencia se nos recuerda cuánto se espera que les enseñemos antes de que crezcan y se vayan, la seguridad de nuestro hogar.
¡Pero no debemos pasar por alto que como padres, también tenemos mucho que aprender de ellos también!
Convertirse en padre es un evento que nos cambia la vida. Nunca volveremos a ser los mismos después de tener un hijo. Sin embargo, cómo cambiamos y en qué cambiamos depende en gran medida, en su mayoría, de nosotros. No podemos controlar todas las experiencias de vida que atravesamos como padres, pero nuestras reacciones a estas son lo que gradualmente nos va moldeando. Las emociones suceden, pero los sentimientos los alimentamos nosotros mismos. Nuestra elección a enfrentar es si crecemos y nos convertimos en un adulto del que estemos orgullosos o nos transformamos en una versión menor de nosotros mismos donde estamos abrumados, infelices e inseguros.
Nuestro viaje de es siempre incierto, pero podemos determinar nuestro destino basándonos en:
- Nuestra disposición a sentir curiosidad y descubrir cosas sobre nuestros hijos, su comportamiento, y sobre nosotros mismos también.
- La apertura para cambiar el enfoque de crianza a medida que avanzamos.
- El interés en perseguir el progreso y la intención de crecernen todos los aspectos de nuestras vidas, no solo en la crianza.
- Encontrar alegría y satisfacción en la crianza de nuestros hijos.
- Las palabras que nos decimos y lo que llegamos a creer como verdades sobre quiénes somos y quiénes son nuestros hijos.
Los beneficios de las afirmaciones de crianza
De acuerdo con la Dra. Deanna Barry, las afirmaciones en la crianza de los hijos son un método confiable que podemos usar para desafiar nuestros pensamientos negativos y opciones de crianza. Son más que sólo pensamientos positivos. Tienen la capacidad de volver a conectar nuestro cerebro para que con el tiempo hagamos las cosas de manera diferente. El pensamiento positivo afecta a nuestra mente consciente (efecto/reacción) mientras que las afirmaciones llegan al subconsciente (causa). Cuando usamos afirmaciones, es más probable que vivamos en masyor congruencia con lo que hemos dicho sobre nosotros mismos: estamos motivados a tener un comportamiento consistente con las creencias que mantenemos acerca de nuestra persona.
No hay una manera correcta o incorrecta de llevar acabo las afirmaciones, así que trata de no pensarlo demasiado. Elije declaraciones breves que sean consistentes con tus valores fundamentales y representen lo que quieres como mamá o papá. Escoge dos o tres para empezar y escríbelos. Ponlos donde puedas verlos diariamente o repítelos en voz alta durante el día.
Repite la afirmación mental o verbalmente, conéctala con una imagen específica en tu mente, deja que tu cuerpo lo sienta como una declaración honesta y sonríe. Sonreír mientras lo haces actúa como una señal a tu cuerpo para conectar la verdad con la sabiduría interna.
Afirmaciones de crianza que puedes probar
A continuación te comparto algunas afirmaciones de crianza que puede considerar incorporar a tu día:
- Tengo las cualidades exactas que mi hijo necesita de mi como mamá/papá.
- Menos no sólo es suficiente; es perfecto.
- Dejo a mis sentimiento fluir.
- Acepto a mis hijos exactamente como son.
- "No" es una palabra muy saludable.
- Da la bienvenida a la resistencia mientras mantienes el límite.
- Sólo puedo controlar mi forma de reaccionar.
- No me está haciendo pasar un mal rato. Mi hijo/a la está pasando mal.
- Todos los sentimientos están permitidos; pero algunos comportamientos deben ser limitados.
- El juego es suficiente.
- Mi amor por mis hijos es imperfectamente perfecto.
- Soy exactamente lo que mis hijos necesitan.
- La alegría está en el viaje.
- Menos es más; simple es lo mejor.
- El aburrimiento no es malo, es el tiempo entre el espacio y las ideas.
- Dejar que se juegue solo no está mal.
- Hago lo que puedo, lo mejor que puedo.
- Este momento no durará para siempre.
- Dejaré el día fluit y voy a aceptar cómo sucede imperfectamente.
- Observo a mi hijo con asombro.
- Mi hijo/a es mi maestro/a perfecto/a; aprendo y crezco con él/ella.
- Mi hijo aprenderá de valores observándome.
- No tengo que ser perfecto para ser una buena mamá/buen papá.
- Olvídate del equilibrio: prioriza y suelta. A veces pasa y no pasa nada.
- Soy un buen ejemplo para mi hijo/a.
- Respira y ve con calma.
- Hoy estoy agradecido por _____.
- No hay una mamá/ un papá perfecto
En palabras del Dr. Kimberley Swales "Muchos padres están obsesionados con ser 'perfectos', pero eso no existe. Mejor hay que enfocarse en las pequeñas victorias que se tienen cada día o semana. Deben tener en mente lo que están haciendo bien y cómo quieren ser en el futuro. Confiar en estas afirmaciones positivas ayudarán a su crecimiento y a ser las mamás y papás que quieren ser".
No hay mejor manera de comenzar en la paternidad que siendo conscientes e insistentes desde el primer día que comenzamos con las afirmaciones, utilizarlas desde el embarazo hasta el nacimiento y las afirmaciones anteriores durante sus primeros meses y años siguientes. Ya sea que estémos abrumados y agotados en el período del recién nacido, tratar de mantener la calma durante los berrinche, esperar manejar los desafíos recurrentes que enfrentamos de manera diferente, cuestionar nuestras decisiones o enfrentar los miedos y ansiedades... las afirmaciones pueden ayudar a reducir el nivel de estrés, hacernos sentir agradecidos y permitirnos sentir más alegría, y ayudarnos a ganar confianza en nosotros y en nuestra crianza.
Sé amable y paciente contigo, cuando cometas un error como padre (todos lo haremos), pregúntate: '¿Cómo podría hacer esto de manera diferente la próxima vez?' Y después sigue adelante. Recuérdate las victorias de tu crianza. Enfócate en las fortalezas que aportas a la crianza de los hijos”.