
Porque todas ellas me han ayudado a ser la mujer que soy.
A lo largo de nuestra vida contamos con la presencia de muchas personas que, de alguna manera han aportado algo en nuestra forma der ser. Sin embargo hay unas que te marcan más que otras y terminan sin saberlo ayudándote a ser la mujer que eres.
Las mujeres más importantes en mi vida han sido mi abuela materna, mi madre, mis amigas y mis hermanas.
Mi abuela materna (Q.E.P.D) era una señora dulce, una señora dedicada al hogar desde siempre, dedicada a sus hijos y a su familia. Mi cariño hacia ella era y es inmenso, pues siempre procuraba de mi aunque no viviéramos cerca, me llamaba en cada cumpleaños si no podía estar conmigo, y en las vacaciones que pasábamos juntas me consentía, me dejaba ser niña, me dejaba jugar, y me llenaba de amor.
Mi abuelita me enseñó que el trabajo del hogar es duro y que aunque no recibe pago monetario, recibe el amor de la familia, que no hay mejor lugar para disfrutar de la compañía de los seres queridos que un hogar, que una casa no se llama hogar sino hay amor, cuidado y dedicación.
Y fue ella la que dio vida a mi madre, una mujer que sin duda me ha ayudado a ser quien soy, una mujer que trabajaba dentro y fuera del hogar como muchas lo hacen hoy en día, me inculco los valores que hoy transmito a mis hijos, me enseño a ser independiente y a valerme por mi misma, y que por mucho amor que uno les tenga a los hijos, debe poner límites por el bien de ellos mismos.
Ella me dio un regalo enorme y doble, mis hermanas, dos mujeres que hoy admiro sobremanera, son fuertes, valientes e independientes, han aprendido a vivir con la ausencia de sus papá y ha sacar lo mejor de lo que les ha tocado vivir, de ellas aprendí a ser paciente, a ser tolerante, a defender lo que no me parece justo, a compartir y sobre todo a que un hermano es la forma en que los padres nos dicen que nunca más estaremos solos.
Y por último pero no menos importantes mis amigas, las hermanas que yo tuve oportunidad de elegir, de ella he aprendido a reír sin parar sin importar que los demás me vean, a que no importa la hora ni la distancia el cariño siempre esta ahí, incluso se vuelve más fuerte, que una mirada puede decir más que las palabras, que no sólo la sangre crea lazos fuertes sino también el alma.
Y son ellas, las mujeres de mi vida que sin darse cuenta y sin siquiera imaginarlo me han ayudado a ser la mujer que hoy soy y la madre que mis hijos necesitan.
¿Quiénes son las mujeres de tu vida?
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