
No poder amamantar no es una tortura, ¡Tranquila!
Desde tu embarazo imaginabas cómo sería la lactancia, compraste libros, revistas, viste videos y averiguaste sobre los beneficios que tenía para tu bebé y te sentiste contenta de saber que podías brindarle ese bienestar.
Además te encantó la idea de fomentar así la relación entre ustedes. Sin embargo, si debido a algunos problemas no podrás amamantarlo, ¡no te tortures!